La cédula explicativa que acompaña a estas piezas nos invita a reflexionar sobre los diversos soportes documentales que podemos conocer en el Archivo General de la Nación (AGN). Cuando pensamos en el patrimonio documental que resguarda esta institución es posible que imaginemos solamente documentos textuales y quizá, en menor medida, gráficos. Sin embargo, en los fondos se encuentran objetos que acompañan a los documentos y que su valor es en sí mismo documental.

Lo que permite determinar esta última condición es su cualidad de portar un mensaje cifrado que se encuentra en algún código, independientemente del soporte de dichos objetos. Así pues, bajo esta concepción se incluyen objetos como las medallas, piezas metálicas que surgieron durante el siglo XV y que fueron acuñadas con una nueva técnica como piezas artísticas. Derivado de su aspecto atractivo y de los materiales con los que eran producidas, como el oro y la plata, se convirtieron en elementos distintivos de reconocimiento por parte de organizaciones sociales, políticas, culturales, entre otras.

Su entrega se realizaba con el fin de resaltar la labor de un individuo o una institución, por lo que constituyen un tipo de documento con símbolos muy específicos, que reflejan experiencias individuales y colectivas acreedoras a portar un objeto y que brindan distinción social. Ejemplo de esto es la medalla Johannes R. Becher, la cual se exhibe frente a ti. Creada y nombrada en homenaje a dicho poeta y político para reconocer a individuos, comunidades e instituciones por logros en los campos de las artes, la cultura, el deporte y la recreación, la asociación civil Unión Cultural de la República Democrática Alemana (Kulturbund der DDR) la otorgó por primera vez en 1961.

En 1982, la Secretaría de Gobernación recibió esta insignia por la publicación de la edición facsimilar del Códice Florentino. Este galardón de bronce de 18 cm de circunferencia fue entregado en un estuche de madera, que aún se conserva, acompañado de un reconocimiento en pasta gruesa.

Este facsimilar del ejemplar que resguarda la Biblioteca Medicea Laurenciana de Florencia, Italia —razón por la cual recibió el nombre de Florentino— se realizó a través de un proceso fotográfico a color. Los 12 volúmenes originales de este códice enviado en 1580 por su autor, fray Bernardino de Sahagún, para el papa Gregorio XIII se adaptaron en tres tomos que fueron publicados en 1979 por el gobierno mexicano a través del AGN.

La reproducción fiel de este manuscrito ha sido elemental para el estudio de la época prehispánica y colonial, pues ha permitido la interpretación del contexto del contenido alfabético y pictográfico de los manuscritos reunidos por Sahagún de sus informantes indígenas. El texto está a doble columna, de un lado se lee en náhuatl y del otro en español, además, se acompaña de una gran riqueza de ilustraciones, en su mayoría a color y con un estilo en el que prevalece la influencia europea.

Las ilustraciones de la página que se exhibe pertenecen al tomo I, el cual contiene representaciones de algunos dioses de la mitología prehispánica, como Quetzalcóatl, ‘serpiente de plumas preciosas’, una de las deidades más importantes de la cultura mesoamericana. Si bien, estas ilustraciones representan los diversos aspectos religiosos, sociales, políticos y culturales de la sociedad precolombina, también se utilizan para presentar los capítulos en el apéndice del tomo.

Así pues, en esta exhibición se puede observar la relación de dos tipos de soporte documental: el objeto, como memoria de una historia de condecoración de un país que conserva su cultura, y el documento, utilizado para reproducir los antiguos manuscritos que cuentan nuestro pasado, los cuales conforman una parte importante dentro del patrimonio documental para la investigación en México.

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La muestra documental que se exhibirá de manera temporal en la vitrina de Maravillas de la Historia durante junio fue inaugurada por un grupo de estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia del INAH.  El grupo se mostró interesado por observar el facsimilar del Códice Florentino, aunque manifestó  su preocupación con respecto al problema del patrimonio documental de la nación que se encuentre en otros países, contando sólo con la posibilidad de ver estos documentos a través de distintos procesos de reproducción como el facsimilar.

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Ven y visita el AGN en donde podrás conocer este objeto y documento vinculado con la historia prehispánica y colonial de México, así como las acciones realizadas por el gobierno mexicano para rescatar el patrimonio documental de la nación. Programa tu visita a través del Sistema de Reservación de Actividades Educativas en: 🔗https://reservacioneseducativas.agn.gob.mx/

Conoce en el AGN la historia de la elaboración del facsimilar del Códice Florentino