El documento, que se mantendrá a la vista del público dentro de la vitrina de Maravillas de la Historia, forma parte de la documentación de la Revolución mexicana, periodo de la historia de México que se desencadenó por múltiples inconformidades que se agudizaron durante el régimen dictatorial de Porfirio Díaz. Esto derivó en que diversos contingentes se unieran con el objetivo de luchar por mejores condiciones sociales, políticas y económicas para las clases más desfavorecidas, como la campesina y la obrera.
La cédula comentada que acompaña la pieza historia nos explica que, durante el conflicto armado revolucionario, las cartas y los telegramas eran la forma medianamente segura de comunicación entre ejércitos y generales, pues siempre existía la posibilidad de que fueran interceptados por tropas enemigas.
Es por ello que el valor del documento exhibido no radica solamente en haber sorteado los peligros de la época y del tiempo, sino en ser el testimonio de la unión de las fuerzas villistas y zapatistas contra los cuerpos carrancistas.
Con fecha del 22 de septiembre de 1914, esta carta fue enviada por el general Francisco Villa, líder de la División del Norte, desde Chihuahua, al general Emiliano Zapata, jefe del Ejército Libertador del Sur, quien se encontraba en Morelos. En el texto se puede leer que el Centauro del Norte no estaba dispuesto a tolerar ni la “conducta antipatriótica” ni la actitud personalista de Carranza, pues, a su consideración, solo provocaba la desunión en la causa revolucionaria. Además, menciona que desconocería la autoridad ejercida por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista e invita a Zapata a secundar dichas actitudes, a reflexionar las causas de la lucha del pueblo y a conjuntar sus tropas para tomar la capital de la República, esto con la finalidad de obligar a Carranza a que les cediera el poder a ellos, los verdaderos representantes de las clases desfavorecidas.
Las diferencias entre Villa y Carranza se habían originado unos meses antes en la toma de Zacatecas, ya que, a ojos de Carranza, la popularidad de la política radical de Villa se había convertido en una amenaza. Por otra parte, la negativa por reconocer la restitución de tierras como se estipulaba en el Plan de Ayala y el reemplazo de soldados por elementos federales en las tropas de Carranza fueron los motivos que llevaron a Zapata a diferir con el Primer Jefe.
La ruptura de relación se dio después de que representantes de estas tres facciones acudieran a la Convención de Aguascalientes para crear un pacto que uniera a la familia revolucionaria. En esta reunión, ante la necesidad de un representante neutro en la presidencia de la República, se designó como presidente provisional a Eulalio Gutiérrez y se acordó centrar las reformas políticas, económicas y sociales. Sin embargo, Carranza, inconforme, no reconoció la soberanía impuesta en dicha convención, lo que desencadenó una lucha militar e ideológica, que, por un lado, tuvo a Villa y Zapata y, por otro, a Carranza.
La misiva del Centauro del Norte al Caudillo del Sur es el testimonio de la discrepancia entre Villa y Carranza, el antecedente de lo que ya se vislumbraba en Aguascalientes y el presagio del encuentro entre Villa y Zapata que meses después tendría lugar en Xochimilco, pues claramente se expresa el deseo de Villa al final de la misma: “Esperando tener el gusto de estrechar pronto su mano”.
Ante la relevancia que tiene esta carta para la historia de México, se efectuó un evento de corte de listón para inaugurar esta pieza del mes, misma que se encuentra acompañada de una reproducción de una fotografía del general Villa. En el acto participaron integrantes de la Universidad Rosario Castellanos, quienes se mostraron interesados en el contenido de la carta, así como en la historia de la Revolución mexicana.
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Bibliografía consultada: